Me fume el sentido del ridículo, me esnife la vergüenza, me tome un mojito cargado de humor, al día siguiente tuve resaca, pero daba igual, ¿¡que coño importaba ya todo!? Estaba dispuesta a hacer lo que fuera, y con lo que fuera, me refiero a cualquier cosa, así que cogí la jeringuilla, y me inyecte por vena algo llamado felicidad

Comentarios

  1. Encantarme se queda corto.La verdad no sé porque tienes tan solo 5 seguidores,escribes genial,pondre la direccion de tu blog en el mio,para por lo menos que sirva de algo :)
    http://asweeteenagedream.blogspot.com/
    un beso!

    ResponderEliminar
  2. Jejeje muchas gracias,eso me alaga jeje muchas gracias enserio.
    Y gracias por la ayuda.
    Un beso!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares